La endometriosis es una enfermedad que afecta a 1 de cada 10 mujeres en edad reproductiva, caracterizada por el crecimiento de tejido endometrial fuera del útero. Esta condición puede causar dolor pélvico crónico, reglas dolorosas, molestias durante las relaciones sexuales y problemas digestivos o urinarios, entre otros síntomas.

El impacto de la endometriosis no solo se limita al dolor físico, sino también al emocional, afectando la calidad de vida de las personas que la padecen.

La fisioterapia especializada en suelo pélvico juega un papel clave en el manejo integral de la endometriosis. Aquí te contamos cómo:
1. Reducción del dolor: A través de técnicas manuales, masajes internos y externos, y ejercicios específicos, se puede disminuir la tensión en los músculos del suelo pélvico, que a menudo se encuentran contracturados por el dolor crónico.
2. Mejora de la función muscular: Trabajar la flexibilidad y fuerza de la musculatura del suelo pélvico ayuda a aliviar síntomas como dolor pélvico, molestias al defecar o dispareunia (dolor en las relaciones sexuales).
3. Corrección de posturas: La postura influye directamente en el suelo pélvico y puede agravar el dolor. Con ejercicios posturales y de movilidad, el fisioterapeuta ayuda a mejorar el equilibrio muscular.
4. Tratamiento de adherencias: Tras cirugías como la laparoscopia, es común la aparición de adherencias. La fisioterapia puede tratar estas zonas para recuperar la movilidad de los tejidos afectados.
5. Apoyo emocional: A través de sesiones personalizadas, el fisioterapeuta no solo aborda los síntomas físicos, sino que también acompaña y escucha, ofreciendo una terapia integral.

Entendemos lo desafiante que puede ser vivir con endometriosis. Por eso, nuestro equipo especializado en fisioterapia de suelo pélvico está comprometido en acompañarte en este camino para mejorar tu bienestar físico y emocional.

Si vives con endometriosis, recuerda: no estás sola. La fisioterapia puede marcar una gran diferencia en tu calidad de vida.